La revolución del transporte autónomo ya no es cosa del futuro: ha comenzado en las calles de Austin, Texas. Desde el 22 de junio, Tesla puso en marcha su flota de robotaxis, vehículos completamente autónomos que circulan sin conductor al volante. Este lanzamiento marca un hito no solo para la empresa de Elon Musk, sino también para la industria automotriz y la movilidad urbana a nivel global.
Con una tarifa fija de $4.20 por viaje, sin importar la distancia o el tiempo, estos autos ya están operando en zonas específicas de la ciudad. Aunque por ahora solo están disponibles para usuarios seleccionados, el plan es ambicioso: Musk quiere escalar el servicio a mil unidades y expandirse a otras ciudades de Estados Unidos.
¿Qué es un robotaxi y cómo funciona el sistema de Tesla?
Un robotaxi es un vehículo que se conduce de forma completamente autónoma, sin intervención humana. En este caso, Tesla utiliza su modelo Model Y equipado con la tecnología FSD Unsupervised (Full Self Driving sin supervisión), que permite al auto tomar decisiones por sí mismo: desde frenar y girar, hasta navegar por el tráfico urbano.
Durante esta fase inicial, los autos operan bajo un sistema de geo-fencing, es decir, solo dentro de zonas delimitadas de Austin. Aunque no hay conductor, cada unidad lleva a bordo a una persona en el asiento del pasajero que actúa como supervisor de seguridad.
Best looking autonomous taxi 😎 pic.twitter.com/Unmbb89MvS
— Uncle Tesla (@RealUncleTesla) June 22, 2025
¿Por qué Austin fue la ciudad elegida para este lanzamiento?
Tesla no eligió Austin al azar. Desde que trasladó su sede a Texas en 2021, la empresa ha invertido fuertemente en la capital texana. Además, Austin ya es un campo de pruebas para otras compañías de vehículos autónomos como Waymo (de Google), lo que la convierte en un entorno ideal para experimentar con nuevas tecnologías de movilidad.
¿Qué dice la ley en Texas sobre los autos sin conductor?
El lanzamiento de los robotaxis coincidió con un nuevo marco legal en el estado. Apenas dos días antes, el gobernador Greg Abbott firmó una ley que exige permisos estatales para operar vehículos autónomos. Esta normativa, que entra en vigor el 1 de septiembre, establece que las empresas deben demostrar que sus autos son seguros, informar a las autoridades cómo actuar en caso de emergencia y aceptar que sus permisos pueden ser revocados si representan un riesgo para el público.
¿Qué tan seguros son estos robotaxis?
La seguridad es, sin duda, el tema más delicado. La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) ya solicitó a Tesla información detallada sobre cómo sus vehículos responderán ante situaciones como lluvia intensa, accidentes o peatones imprudentes. Aunque la empresa ya entregó sus respuestas, la agencia aún las está evaluando.
Cabe recordar que Elon Musk ha hecho promesas ambiciosas en el pasado que no se han cumplido. En 2019, por ejemplo, aseguró que habría un millón de robotaxis en circulación para 2020, algo que nunca ocurrió. Esta vez, sin embargo, parece adoptar un enfoque más cauteloso.
¿Cómo podría afectar esto a la comunidad local?
El impacto de esta tecnología va más allá de lo técnico. Para muchos residentes de Austin, especialmente aquellos que trabajan como conductores o repartidores, la llegada de los robotaxis plantea dudas sobre el futuro del empleo. También surgen preguntas sobre cómo convivirán estos vehículos con el tráfico tradicional, cómo se adaptarán las calles y qué tan dispuestos estarán los ciudadanos a confiar en la inteligencia artificial.