En Zinacantán, Chiapas, un joven poeta y docente ha logrado algo que parece sacado de una historia de ciencia ficción: enseñar una lengua indígena a una inteligencia artificial. José Andrés Hernández Pérez, mejor conocido como Andrés Ta Chikinib (que significa “Andrés en encino”), comenzó este experimento sin imaginar el impacto que tendría. Lo que inició como una propuesta de una alumna para generar materiales didácticos, terminó convirtiéndose en un proyecto lingüístico que ha captado la atención de medios y redes sociales.
Con apenas 27 años, Andrés ha sido un promotor activo del tsotsil, una lengua maya hablada en los Altos de Chiapas. Durante la pandemia, comenzó a difundir contenido educativo en redes sociales, y ahora, ha llevado su misión un paso más allá: entrenar a ChatGPT para que pueda entender y comunicarse en tsotsil. Aunque al principio los resultados fueron torpes, con paciencia y método logró que el chatbot comenzara a formar frases básicas. “Ya se expresa como un niño de tres o cuatro años”, comenta con orgullo.
¿Cómo fue el proceso para que ChatGPT aprendiera tsotsil?
Al principio, Andrés simplemente volcó información en la plataforma, sin un orden claro. El resultado fue confuso: ChatGPT memorizaba datos, pero no los comprendía ni los usaba correctamente. Entonces, el maestro cambió de estrategia. Le explicó a la IA que debía aprender como cualquier otro estudiante, con estructura y objetivos claros. El reto: mantener una conversación básica en tsotsil.
En solo tres semanas, el chatbot comenzó a formar frases simples. Ahora, ya reconoce el alfabeto, los pronombres personales (incluyendo los inclusivos y exclusivos, que son únicos en esta lengua), y entiende reglas gramaticales como que los verbos terminan en “el” y los sustantivos en “il”.
¿Qué errores ha cometido ChatGPT al aprender tsotsil?
Aunque el avance ha sido notable, no todo ha sido perfecto. Uno de los errores más comunes es que la IA mezcla palabras del maya yucateco o del tseltal con el tsotsil, debido a que encuentra información antigua en internet. Andrés ha tenido que corregir constantemente estos cruces lingüísticos, y también ha trabajado en sensibilizar a la plataforma sobre temas sociales, como los prejuicios hacia la comunidad LGBTI+ en algunas regiones.
“Le doy contexto”, explica el maestro, quien ha enseñado términos con cuidado para evitar reproducir estigmas. Este enfoque ha sido clave para que la IA no solo aprenda la lengua, sino también la cultura que la rodea.
¿Por qué enseñar tsotsil a una inteligencia artificial?
Aunque algunos han criticado el proyecto por usar una herramienta de una empresa privada, Andrés defiende su iniciativa como una forma de preservar y difundir la lengua. “Nos quejamos de que no hay espacios para aprender tsotsil, pero aquí hay una herramienta que puede ayudar”, afirma.
Además, el chatbot ha sido útil para generar guiones de video y organizar contenidos educativos. Aunque aún no usa materiales creados por la IA para enseñar directamente, sí le ha servido como apoyo para estructurar sus clases.
¿Qué ha aprendido el maestro de su alumno virtual?
Más allá de enseñar, Andrés también ha aprendido. “ChatGPT me ha ayudado a entender mejor la lengua”, confiesa. Hay conceptos que él domina como hablante, pero que no sabía cómo nombrar técnicamente. La IA le ha ayudado a identificar y ordenar esos elementos lingüísticos, lo que ha enriquecido su propia enseñanza.
Entre bromas, el poeta dice que su alumno virtual no protesta ni se cansa. “Me decía un amigo que me estaba desquitando con ChatGPT, que todo lo que no puedo hacer con mis alumnos humanos, como regañar, se lo hacía a él”, cuenta entre risas.
