Britney Spears ha vuelto a estar en el centro de la conversación pública luego de protagonizar un polémico episodio durante un vuelo privado entre Cabo San Lucas y Los Ángeles. Según reportes, la cantante encendió un cigarro dentro de la aeronave, lo que generó tensión entre la tripulación y provocó una llamada de atención por parte de las autoridades al aterrizar.
Un vuelo que terminó en advertencia
Durante el trayecto, Spears también habría consumido alcohol, y aunque apagó el cigarro tras la solicitud del personal de vuelo, su actitud fue descrita como poco cooperativa. A su llegada al Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, fue recibida por personal de seguridad, quienes le hicieron una advertencia formal, aunque no se presentaron cargos ni hubo consecuencias legales.
Este no es el primer incidente de este tipo en el que se ve involucrada. En diciembre de 2024, un encendedor activó los sistemas de seguridad de otro avión privado.
Comportamientos que preocupan
Desde que recuperó el control de su vida tras el fin de la tutela legal en 2021, Britney ha sido objeto de atención constante por su comportamiento en redes sociales. Videos con coreografías intensas, publicaciones crípticas y mensajes emocionales han generado inquietud entre sus seguidores y personas cercanas. Incluso la cantante ha llegado a compartir que se siente vulnerable y que asegura que se encuentra en un límite mental del cual no ha podido salir.
Una vida marcada por la exposición
La historia personal de Spears ha estado constantemente bajo el escrutinio público. Su primer matrimonio con Jason Alexander duró apenas 55 horas. Luego vino su relación con Kevin Federline, con quien tuvo a sus dos hijos, Sean Preston y Jayden James. Tras su separación en 2007, los niños han vivido con su padre, y a pesar de que Britney asegura que quiere recuperar a sus hijos, la relación ya está rota y es difícil de sanar.