Cuando el clima se vuelve más frío y el aire seco se instala, nuestra piel comienza a enfrentar desafíos que muchas veces pasamos por alto. Las bajas temperaturas, el uso constante de calefacción y los cambios bruscos entre ambientes interiores y exteriores pueden provocar resequedad, irritación y pérdida de elasticidad. Aunque intentamos mantener una rutina de cuidado, es común cometer errores que agravan estos efectos sin darnos cuenta.
En esta guía te compartimos los fallos más comunes en el cuidado de la piel durante el invierno y cómo corregirlos para mantenerla saludable, hidratada y protegida durante toda la temporada.
¿Por qué tu crema hidratante de verano no funciona en invierno?
Uno de los errores más comunes es seguir usando los mismos productos que funcionaban en climas cálidos. En invierno, la piel necesita fórmulas más densas y nutritivas que ayuden a retener la humedad.
¿Qué hacer?
Opta por cremas con ingredientes humectantes como ácido hialurónico, glicerina o manteca de karité. También puedes incorporar aceites faciales para reforzar la hidratación. Asegúrate de usar limpiadores suaves que no alteren la barrera natural de la piel.
¿Es malo bañarse con agua muy caliente?
Aunque una ducha caliente puede parecer reconfortante en días fríos, el agua a altas temperaturas elimina los aceites naturales de la piel, dejándola más seca y propensa a irritaciones.
¿Qué hacer?
Prefiere duchas tibias y evita que duren demasiado. Al salir, aplica una crema corporal hidratante mientras la piel aún está ligeramente húmeda para sellar la hidratación.
¿Debo usar protector solar en invierno?
Sí, y este es uno de los errores más extendidos. Aunque el sol no se sienta tan fuerte, los rayos UV siguen presentes y pueden dañar la piel, especialmente en zonas con nieve o alta altitud.
¿Qué hacer?
Aplica protector solar todos los días, incluso si está nublado. Elige uno con SPF 30 o más y úsalo como último paso de tu rutina antes del maquillaje.
¿Es recomendable exfoliar la piel en invierno?
La exfoliación ayuda a eliminar células muertas, pero hacerlo con demasiada frecuencia en invierno puede debilitar la piel y causar sensibilidad.
¿Qué hacer?
Limita la exfoliación a una o dos veces por semana. Usa productos suaves, como exfoliantes enzimáticos o con ácidos ligeros como el láctico. Siempre hidrata bien después de exfoliar.
¿Por qué se resecan tanto los labios en invierno?
Los labios no tienen glándulas sebáceas, por lo que son especialmente vulnerables al frío y al viento. Sin cuidados, pueden agrietarse y doler.
¿Qué hacer?
Aplica bálsamos labiales con ingredientes como manteca de cacao, aceite de jojoba o vitamina E varias veces al día. Evita lamerte los labios, ya que eso empeora la resequedad.
¿La hidratación interna también influye en la piel?
Sí. En invierno solemos beber menos agua porque sentimos menos sed, pero la piel necesita hidratación desde adentro para mantenerse flexible y luminosa.
¿Qué hacer?
Intenta consumir entre 1.5 y 2 litros de líquidos al día. Si no te apetece agua fría, puedes optar por infusiones, caldos naturales o agua tibia con limón.
