El empresario tecnológico Elon Musk ha decidido poner fin a su papel como asesor del expresidente Donald Trump, luego de expresar su desacuerdo con un nuevo paquete presupuestario aprobado por la Cámara de Representantes. Su salida no pasó desapercibida y dejó en evidencia las tensiones entre su visión económica.
Críticas al presupuesto y una salida anunciada
Durante una entrevista con CBS Sunday Morning, Musk cuestionó abiertamente el plan presupuestario impulsado por los republicanos, al que acusó de incrementar el déficit en lugar de reducirlo. Poco después, reafirmó su postura en su cuenta de X.
En su publicación, agradeció la invitación de Trump para formar parte del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), pero dejó claro que su ciclo como asesor había concluido. “Mi tiempo como Empleado gubernamental especial ha terminado”, escribió, subrayando que su salida ya estaba prevista, aunque motivada por diferencias de fondo con la política fiscal actual.
La respuesta de Trump: conciliadora pero firme
El expresidente reaccionó rápidamente a través de su plataforma Truth Social, donde elogió a Musk y aseguró que, aunque oficialmente se despida, “siempre estará con nosotros ayudando”. Además, anunció una conferencia de prensa para el viernes 30 de mayo, en la que ambos compartirán lo que Trump describió como “el cierre de un capítulo”.
Respecto al plan presupuestario, Trump fue enfático: “Necesitamos muchos votos. No podemos titubear. Ya tenemos el apoyo necesario y lo conseguimos en la Cámara”.
In the coming days, legacy media will try to convince you that President Trump and Elon Musk are no longer friends and that’s why Musk left.
What they won’t tell you is that Elon was a Special Government Employee, limited to 130 days of service and that term ends tomorrow. pic.twitter.com/blNzVm9Gnd
— DogeDesigner (@cb_doge) May 29, 2025
¿Un adiós a la política o solo una pausa?
Aunque Musk ha dejado claro que su etapa en el DOGE ha terminado, no ha dicho que se alejará por completo del ámbito político. Lo que sí ha reiterado es su intención de enfocarse en sus empresas, especialmente en SpaceX.
Esta no es la primera vez que Musk toma distancia del poder político. Su relación con el gobierno estadounidense ha sido ambivalente: cercana cuando hay intereses compartidos, como contratos espaciales.
