El debate sobre la inclusión de atletas transgénero en competencias deportivas ha vuelto al centro de la conversación pública en Estados Unidos. El Comité Olímpico y Paralímpico de ese país ha actualizado recientemente su política de protección a los atletas, generando controversia por las implicaciones que esta decisión podría tener sobre la participación de mujeres trans en eventos olímpicos y paralímpicos.
Aunque el documento no menciona explícitamente a las personas transgénero, su contenido y el contexto político en el que se enmarca han sido interpretados como una exclusión indirecta de estas atletas. A continuación, te explicamos qué dice la nueva política, en qué se basa y qué consecuencias podría tener.

¿Qué cambios hizo el Comité Olímpico y Paralímpico de EE. UU.?
La nueva versión de la llamada “Política de seguridad de los atletas” enfatiza el compromiso del comité con la creación de un entorno competitivo “justo y seguro” para las mujeres. Aunque el texto no utiliza el término “transgénero”, se alinea con la Orden Ejecutiva 14201, firmada por el presidente Donald Trump en febrero, titulada “Mantener a los hombres fuera de los deportes femeninos”.
Esta orden establece que las instituciones educativas que permitan la participación de atletas trans en equipos que no correspondan con el sexo asignado al nacer podrían perder el acceso a fondos federales.
¿Qué dice la Orden Ejecutiva y cómo afecta al deporte?
La orden firmada por Trump instruye a las instituciones educativas a restringir la participación de atletas transgénero en equipos deportivos femeninos. Además, solicita al secretario de Estado, Marco Rubio, que presione al Comité Olímpico Internacional para que modifique sus reglas con el fin de “proteger la equidad y seguridad” en las competencias femeninas.
Esto implica que, aunque no se trata de una prohibición directa, se están utilizando mecanismos legales y administrativos para limitar la inclusión de mujeres trans en el deporte de alto rendimiento.
¿Qué consecuencias podría tener esta política?
- Restricción de participación: Mujeres trans podrían quedar excluidas de competencias olímpicas y paralímpicas si no cumplen con los criterios establecidos por su sexo asignado al nacer.
- Impacto en el deporte universitario: Las universidades, que son una vía clave hacia el deporte profesional, podrían verse obligadas a seguir estas directrices para no perder financiamiento.
- Presión internacional: La política busca influir en organismos como el Comité Olímpico Internacional, lo que podría generar tensiones a nivel global.
¿Qué argumentos se han dado a favor y en contra?
Quienes apoyan la medida argumentan que busca preservar la equidad en el deporte femenino, asegurando que las atletas compitan en condiciones similares. Por otro lado, organizaciones defensoras de los derechos LGBTQ+ han criticado la política por considerarla discriminatoria y por excluir a personas trans del acceso igualitario al deporte.