Lo que alguna vez se presentó como un proyecto emblemático de ecoturismo en la Riviera Maya, hoy enfrenta una realidad muy distinta. El Parque del Jaguar, ubicado en Tulum y respaldado por el gobierno federal a través de la empresa Mundo Maya, atraviesa una crisis que ha encendido las alarmas entre trabajadores, habitantes locales y defensores del turismo sostenible.
En medio de instalaciones vacías, despidos silenciosos y denuncias por acceso restringido a playas públicas, el sueño del ecoparque parece desmoronarse. ¿Qué está ocurriendo realmente detrás de este colapso?

¿Cuántos trabajadores han sido despedidos del Parque del Jaguar?
Hasta ahora, se ha confirmado que al menos cinco empleados han sido cesados de sus funciones en áreas como mantenimiento y operaciones. Sin embargo, fuentes internas advierten que el número podría superar los 40 despidos en las próximas semanas. Esto no solo representa un golpe laboral, sino también una señal de que el proyecto está perdiendo fuerza.
Ex trabajadores han denunciado que fueron despedidos sin previo aviso ni compensación adecuada. Algunos ya están preparando demandas por despido injustificado, mientras otros señalan que los puestos administrativos están ocupados por personas con vínculos militares, lo que ha generado una sensación de impunidad y favoritismo.
¿Por qué el Parque del Jaguar está vacío?
Cuando se inauguró, el parque fue presentado como una reserva natural que combinaría cultura, ecología y desarrollo económico. Se esperaba que fuera un motor turístico vinculado al Tren Maya, atrayendo visitantes nacionales e internacionales.
Pero hoy, quienes recorren el parque se encuentran con instalaciones desiertas y una ausencia total de turistas. Según testimonios de ex empleados, el lugar se mantenía limpio y operativo, pero nunca llegaban los visitantes. “Seguíamos trabajando como si todo estuviera normal, pero era evidente que algo no funcionaba”, comentó uno de ellos bajo anonimato.

¿Hay problemas con el acceso a las playas de Tulum?
Sí, y es uno de los temas más polémicos. Aunque las autoridades han asegurado que el acceso a las playas es libre para todos, siguen apareciendo reportes de cobros indebidos, malos tratos y restricciones, especialmente en la zona sur del municipio.
Uno de los casos más recientes involucra a una mujer que fue obligada a pagar por ingresar a un restaurante dentro del área protegida, simplemente por no ser residente local. “Te bajan del coche y te dicen que no puedes pasar porque no eres de Tulum”, relataron testigos.
¿Qué significa esto para el futuro turístico de Quintana Roo?
La situación del Parque del Jaguar refleja una crisis más amplia en Tulum, donde el turismo ha disminuido notablemente en los últimos meses. La combinación de precios elevados, privatización de espacios públicos y trato desigual a los visitantes mexicanos ha generado un ambiente de descontento que podría afectar la imagen del destino a largo plazo.