Cada vez que el Cónclave da inicio para la elección de un nuevo Papa, el mundo se llena de expectativa ante una nueva posible señal del Vaticano: La fumata blanca. Sin embargo, luego de que el humo blanco se hace presente en la Capilla Sixtina, existe otra tradición que marca el inicio de un nuevo papado: la expresión ¨Habemus Papam¨. Descubre aquí la importancia de esta frase y el contexto por el cual es utilizada.
¿Qué quiere decir “Habemus Papam”?
En latin ¨Habemus Papam¨ significa Tenemos Papa. Esta es una tradición utilizada para anunciar a todo el mundo que el cónclave finalmente ha llegado a un acuerdo en cuanto a la elección de un nuevo líder espiritual para guiar a la iglesia Católica.
La frase completa, en su versión tradicional, es: “Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam”, que significa “Les anuncio una gran alegría: ¡tenemos Papa! El eminentísimo y reverendísimo señor, el señor [nombre], cardenal de la Santa Iglesia Romana, que ha tomado el nombre de [nombre papal]”.
¿Quién la pronuncia y desde dónde?
El anuncio es llevado a cabo por el cardenal protodiácono, es decir el más importante dentro de la orden de diáconos. Este anuncio es realizado desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, acompañado siempre de otros dos sacerdotes que convierten este anuncio en un momento solemne para la historia del Vaticano.
¿Cuál es el origen de esta tradición?
A pesar de que actualmente pensamos que esta es una traducción milenaria, esta frase no era común durante los primeros años del cristianismo. En esos tiempos, la elección del papa era un proceso mucho más local y por decirlo de otra forma, político.
Se piensa que estas tradiciones dieron inicio luego del Cisma de Oriente, durante el papado de Martin V en el siglo XV. Desde esos días se ha convertido en una tradición inquebrantable que ha durado hasta nuestros días.
¿Por qué sigue siendo tan relevante?
Fuera del simbolismo religioso y de la importancia que tiene a nivel político, el Habemus Papam significa un símbolo de unión para todos los católicos. Sin duda es una señal que demuestra que el legado del papa continua para dar un nuevo salto de renovación y esperanza.
