La imagen pública de James Cameron suele ocupar el centro del escenario, pero detrás hay una figura clave que acompaña, impulsa y cuestiona: Suzy Amis Cameron. Actriz, modelo y activista por la alimentación basada en plantas y la moda sostenible, su vínculo con el director comenzó en un rodaje mítico y se convirtió en una vida compartida que hoy atraviesa cine, familia y proyectos educativos.
¿Cómo se conocieron James y Suzy, y cuándo empezó su relación?
Suzy Amis Cameron participó en Titanic interpretando a Lizzy Calvert. Fue durante ese rodaje, en 1997, cuando cruzó caminos con James Cameron. Tras historias previas de ambos, se casaron en el año 2000 y construyeron un hogar que equilibró el frenético ritmo de Hollywood con objetivos a largo plazo: crianza, activismo y una presencia constante en los grandes hitos del director. Ella se apartó de la actuación para enfocarse en la familia y en iniciativas con impacto social, sin abandonar su acompañamiento en estrenos y eventos clave.
¿Quién es Suzy Amis Cameron y cómo evolucionó su carrera?
Nacida en Oklahoma y formada en una familia tradicional, Suzy inició su trayectoria en Ford Models y trabajó en cine antes de dar un giro decidido hacia el activismo. A partir de la década de 2010 se comprometió con dietas basadas en plantas como respuesta ambiental y de salud, y desde entonces promueve cambios de hábitos, campañas educativas y colaboraciones con organizaciones que impulsen sostenibilidad real. Su presencia en alfombras rojas con estilismos eco se volvió una forma de coherencia pública: lo que sostiene en discurso lo lleva a la práctica.
¿Cómo vivió Suzy el primer pase de la tercera entrega de Avatar?
James Cameron reveló que su esposa fue la primera espectadora de la nueva película y se conmovió profundamente: intentó compartir impresiones y una y otra vez terminó llorando, durante horas, por la intensidad emocional del corte que vio. Más allá de la anécdota, ese gesto refleja su relación con el trabajo del director: cercanía crítica, sensibilidad y una mirada que le ayuda a afinar ritmos, personajes y temas que dialogan con la familia, el entorno y la forma de vivir el mundo hoy.
¿Qué lugar ocupa la familia en su dinámica y cómo influye en el cine de Cameron?
La pareja tiene tres hijas —Claire, Quinn y Elizabeth Rose— y ha construido una rutina exigente pero clara: reglas, tiempos y roles definidos. James ha reconocido que esa dinámica, con sus tensiones y aprendizajes, permea temas de Avatar, desde la noción de pertenencia hasta los dilemas sobre identidad y comunidad. En esa escritura compartida, Suzy funciona como catalizador emocional y brújula ética.
¿Qué proyectos impulsa Suzy en educación y sostenibilidad?
En 2006, junto a James y su hermana Rebecca, fundó MUSE Global School en Calabasas, una escuela con enfoque en aprendizaje por pasiones y almuerzos completamente vegetales. Allí aplicó su propuesta de “una comida basada en plantas al día” como puerta de entrada práctica al cambio. A la par, participa en iniciativas de moda sostenible, colabora con empresas y organizaciones que miden impacto y defiende transiciones realistas: desde el comedor escolar al guardarropa, la meta es que la sostenibilidad no sea un eslogan, sino una práctica cotidiana.
