El traje de charro, la vestimenta más icónica de México, tiene un origen inesperado.
Por Felipe Wiedmer
Hemos hablado del origen de Cielito Lindo y como se convirtió en un símbolo nacional. Típicamente interpretado por mariachis, el origen del nombre y los trajes de charro y mariachi y son de la mezcla cultural que se ha dado desde que distintas razas han pisado nuestro territorio a raíz de la conquista. Nuestro legado cultural es producto de una mescolanza de diferentes partes del mundo que convergen en México.
El traje de charro tradicional es confeccionado en gamuza o lana o una combinación de ambas y consiste en pantalón, chaquetilla, camisa, botines y corbata de rebozo. Este es decorado por grecas delicadamente confeccionadas y muy lujosas. Con el paso del tiempo se ha ido modernizando y de ahí surge el traje de mariachi.
En el libro Mextilo: Memoria de la Moda Mexicana del investigador Gustavo Prado y la ilustradora Andonella nos remontamos al Segundo Imperio Mexicano, donde Maximiliano de Habsburgo llegaba con la ayuda de los conservadores y Carlota y su corte se viste de Worth (o sus buenas copias).
Mientras tanto los grupos de rancheros asistían a fiestas al aire libre vestidos con pantalón de gamuza abierto cerrado con botones de oro o plata, charreteras de gamuza, camisa blanca y un sombrero de ala tendida y copa semiesférica adornada de chapetones para cubrirse del sol durante esas bodas al aire libre.
Bueno, ¿y por qué mariachi? Fácil. A Maximiliano le llamaba mucho la atención la música que tocaban estos rancheros en estas bodas, o como él las conocía -marriages-. Y de ahí sale el nombre Mariachi.
Lo mexicano, sorprendentemente, es una compilación de distintas referencias a tiempos y técnicas artesanales de todo el mundo. Es fascinante adentrarse en la historia de lo que nos define y con esto crear algo nuevo, puramente mexicano.