Ahora en “Tuya”, la cantante catalana ha recuperado uno de sus estilos preferidos, el otaku
Rosalía ha tenido una evolución estética y musical en tan solo seis años que ha encantado a todxs, demostrando la gran artista que es. En su primer sencillo, “Los Ángeles” remezcló un género centenario: el flamenco con música urbana y esto sin duda se notaba en su outfit.
Su moda transmitía su proyecto total. Tenis blancos de plataforma con los cuales ejecutaba zapateos de flamenco acompañado de tops con enormes volantes y vestidos de flamenco deconstruidos.
El flamenco modernizado
Cuando Rosalía lanzó “El Mal Querer”, el segundo álbum aclamado por la crítica que la convirtió de un prodigio del flamenco en una superestrella mundial, su guardarropa estaba arraigado en sus raíces.
El álbum se inspiró en la novela “Flamenca” del siglo XIII, la cual narra la vida de una mujer encarcelada por su esposo.
En los videoclips de ese album, usaba elementos de un traje típico de flamenca (el color rojo, volantes envolventes, grandes aretes de sevillana dorada) modernizados a través de un estilo no tradicional con tenis de plataforma, chándales de terciopelo y largas uñas acrílicas que unió con un movimiento de su muñeca, como si fuera una castañuela.
La motomami
“Una mariposa, yo me transformo, Makeup de drag queen, yo me transformo”, pudimos escuchar en 2022 por primera vez en “Saoko” sencillo de su album “Motomami”. Y sin duda esto no solo es una lyric sino que es un manifiesto para la estética de Rosalía.
Con “Motomami” vino otra transformación visual que no necesariamente se sintió como una renovación, sino como un ligero cambio lejos de su reinterpretación más literal del género “no es el flamenco de tu abuela”.
Cuando se le pidió que definiera qué es exactamente un ‘Motomami’, en entrevistas con Billboard y The Jimmy Fallon Show el año pasado, Rosalía respondió simplemente: “Es una energía”.
Cuando era niña en el pueblo industrial de Sant Cugat del Vallès, andaba en la parte trasera de las motocicletas de su madre. “Mi mamá es la OG motomami”, suele decir cuando se le pregunta sobre el origen del título del álbum.
Creó diez looks completos en diferentes combinaciones de colores, para diferentes ciudades. En Sevilla, llevaba un sencillo vestido blanco asimétrico con un corte alto en un lado y botas altas de moto rojas.
En Nueva York, apareció en Radio City con un mono blanco recortado debajo de una chaqueta de motociclista de cuero recortada con hombros enormes y una minifalda a juego, los detalles de cuero blanco y negro en contraste evocan la imagen de las alas de mariposa.
Uno de los favoritos de los fanáticos fue un traje azul profundo con hombreras negras voluminosas y una falda de colegiala plisada con dos cinturones abrochados en las caderas.
En lugar de amoldarse a cómo debería verse una estrella del pop, ha escrito su propio guión, literalmente: Rosalía solo ha trabajado con un estilista en unas pocas ocasiones.
Mientras que otros artistas se esfuerzan por cumplir con los términos de sus contratos de moda o impresionar a un público más joven usando lo que creen que deslumbrará, el guardarropa de Rosalía se siente auténtico. Es como ella se ve a sí misma, no como quiere que la veamos.
Otro rollo
Para su circuito de festivales europeos, su audiencia más grande hasta el momento, reclutó a Jonny Johansson de Acne Studios para personalizar todos sus looks. Hasta ahora, estos incluyen vestidos de cuadros rojos y azules fruncidos en la cadera, una serie de trajes de gato usados bajo corsés con detalles florales de metal y sus delicadas blusas como las que uso en Coachella con volantes en cascada, pantalones de cuero, todos combinados con botas de plataforma hasta la rodilla.
Los looks se sienten en parte “El Mal Querer” y en parte “Motomami”, la culminación de estos distintos elementos culturales suaves y urbanos que han llegado a definirla.
El otaku
Ahora con el estreno de su sencillo “Tuya”, la cantante catalana ha recuperado uno de sus estilos preferidos, el otaku, inspirado en la cultura del anime.
Es también el estilo del disco “Motomami”, que recupera todas las influencias asiáticas estéticas que vimos en los clips de algunos de sus temas más conocidos, como “Hentai”, “Chicken Teriyaki” o “Candy”. Así que esperamos una nueva evolución por parte de la Rosalía.
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