A los 21 años, Xavi no solo alcanza una nueva etapa en su vida: se encuentra en el umbral de una era artística que lo proyecta con más fuerza que nunca. Nacido como Joshua Xavier Gutiérrez Alonso el 5 de mayo de 2004 en Phoenix, Arizona, fue criado entre sonidos de cumbia, bachata, Juan Gabriel y la música de iglesia. Ahora ha transformado el dolor, la familia y la fe en melodía. Su voz ha cruzado fronteras, pero su alma sigue arraigada al origen: su madre, su guitarra y ese impulso incontrolable por decir lo que con palabras no basta.
“Yo no sé cómo expresarme a veces”, confiesa en nuestra entrevista para The Urbanda. “Pero cuando nadie me escucha, ahí es cuando más hablo. Me desahogo con mi música”.
Desde que era niño, Xavi sintió el llamado artístico. Aprendió a tocar guitarra a los 10 años y a componer a los 12. Su primer impulso musical vino de su familia: su madre, sus hermanos, y especialmente su abuelo, que sembró en él la pasión por la música mexicana. Su carrera comenzó a tomar forma con Vete ya (2020), pero fue en 2023 que explotó con los éxitos virales La víctima y La diabla, canciones que lo catapultaron a las listas más importantes a nivel global.

El proceso creativo de Xavi: de la inspiración al escenario
Su proceso creativo es visceral: las canciones llegan como destellos. “Me gusta meterme en la producción. Me encanta crear desde cero. Me gusta trabajar”. Así nacen temas que hablan de amor, dolor y redención, capaces de tocar fibras sensibles en miles de personas.
Y esa conexión con el público no es casual: Xavi construye puentes emocionales a través de sus letras. “Cuando veo que alguien se desahoga mientras canto, me quedo ahí. Nos desahogamos juntos”. Esa empatía lo ha convertido en una figura cercana, casi de confianza, para toda una generación que encuentra en su voz un espejo de emociones.

El futuro de Xavi y el sueño que le dejó Karol G
En 2023, lanzó el EP My Mom’s Playlist, un homenaje a su madre con covers de canciones que marcaron su infancia, como Rayando el sol de Maná. Luego vino la explosión de su sonido original: La víctima y La diabla no solo fueron tendencia en TikTok y en plataformas digitales, también lo llevaron a escenarios cada vez más grandes. El sencillo La diabla incluso se convirtió en el más exitoso de su carrera hasta ahora, liderando el listado global de Spotify, una hazaña histórica para un artista mexicano solista.
Ese impulso lo llevó a recibir premios importantes, como en iHeartRadio y Premios Lo Nuestro, donde vivió momentos inolvidables. Además cumplió uno de sus más grandes anhelos: cantar en el Estadio Azteca. Aunque no fue su show principal, acompañó a Karol G en el escenario y fue recibido por una multitud que ya coreaba La Diabla. “Estaba cagado del miedo, no te voy a mentir. Pero Karol me hizo sentir como si estuviera en casa. La energía del público fue brutal. Volteaba y pensaba: ‘¿Neta se saben mi canción?’”.
Ese momento marcó algo dentro de él. Desde entonces, su sueño es claro: “Quiero hacer mi propio show en el Estadio Azteca. Lo visualizo. No hay imposibles”.

Colaboraciones, nuevos retos y sus próximos pasos
Además de su crecimiento musical, Xavi ha mostrado interés por la actuación y no descarta un futuro en la pantalla grande. “Me gustaría experimentar la actuación. Lo pienso en serio. Tal vez un día me gane un Oscar”, dice entre risas, aunque con un brillo de convicción en los ojos.
En el último año ha colaborado con figuras como Manuel Turizo, Neton Vega y Belinda, explorando nuevos sonidos como la bachata y demostrando que está dispuesto a romper los límites del regional mexicano. “Quiero salir de mi zona de confort. Calar todo. Que no haya divisiones entre géneros. Que todos seamos uno solo”.
Para 2025, Xavi se prepara para una gira en México. Y aunque su carrera apenas comienza, ya ha logrado lo que muchos tardan décadas en alcanzar: una conexión real con el público.
“Nos sentimos igual”, dice sobre la magia que ocurre en cada concierto. “Y con eso, ya estamos en la misma página”.
