Conversamos con Natasha Pérez, quien interpreta a la infame fanática.
Natasha Pérez tiene una voz melodiosa que atrapa con sus sonidos, esa voz la ha llevado a navegar entre dos mundos que le han dado para vivir, la actuación y la música.
Para esta nativa de Venezuela que llegó a Estados Unidos con el firme propósito de seguir el legado de sus ancestros, está cumpliendo su propósito y esto se presentó de la manera más inesperada, dándole vida a una de las mujeres más odiadas, Yolanda Saldívar, la asesina de Selena.
Natasha la interpretó en la serie de Netflix sobre la vida de este símbolo hispano y platicamos con ella para que nos contara un poco más de su camino y este reto.
Por: Mónica Mendoza
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Natasha soñaba con el cine y así fue como debutó de la mano de M. Night Shyalaman en “Lady in the Water”.
Aunque durante años se dedicó a prestar su voz a personajes protagónicos en las versiones dobladas al español de “Desperate Housewives”, “Lost” y “Grey’s Anatomy”, también realizó cientos de comerciales para decenas de marcas, sólo recientemente se concentró en continuar aquel camino inicial.
En meses pasados estuvo en “Curb Your Enthusiasm” junto a Larry David. Paralelamente, Natasha ha desarrollado una notable carrera musical, en la que ha colaborado con canciones para las series “Sneaky Pete” y “Entourage”, la película argentina “Cuestión de principios” y la venezolana “Hora cero”, así como para numerosos jingles de comerciales.
Actualmente continúa explorando nuevos sonidos, una combinación de indie, jazz, texturas regionales y pop, preparando temas con los que espera sorprender a la audiencia próximamente.
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¿Cómo fue meterse a ser una de las mujeres más odiadas por nosotros los latinos?
Una travesía muy interesante, muy fuerte. Fue saber agarrar la cajita de herramientas del actor y empezar a sacar lo que necesitaba. Fue importante para poder lograr escenas que fueron muy difíciles, aunque se ve como pinceladas. Fue un proceso lento el construir un personaje tan complejo como Yolanda.
¿Qué te llevó a decir que sí, a aceptar este reto?
El primer reto fue la audición, porque yo venía de hacer la audición para Suzette, con mi bajo. Al comienzo ellos buscaron músicos, entonces, me llamaron para el rol de la hermana de Selena. Lo hice y después de esa audición me ofrecieron la oportunidad de presentarme para el personaje de Yolanda y como que les gustó. Cuando llega la audición con la fotito de Yolanda. Entonces pensé –“Yolanda, ¡ah!” estaba en casa de mi mamá y me llega esa foto, justo cuando iba rumbo a la audición.
Me meto al clóset de mi mamá y veo que hay un suéter, pero exacto al de la foto, entonces, me lo pongo y me quedaba un poco apretadito, pero daba el rol. Y yo pensé “debo tener una camisa blanca, y conseguí una, pero no me cerró. Bueno, no importaba porque tenía el chaleco arriba y no se veía. Entonces, me la puse y voy camino a la audición y veo una tienda de pelucas, aproveché que me alcanzaba el tiempo para probarme unas y pensé que podría quedar. Me las pruebo y, primero le pregunto a la chica que, si tiene una peluca pelo corto, de rulitos. Me mostraron la peluca de un afro enorme y yo “está bellísimo, pero no es lo que estoy buscando”; le pregunté a una chica latina que estaba ahí en la tienda y le muestro la foto del celular y se sorprende. Me dice: “¡Espera un segundo!”. Baja a la bodega y me busca una peluca idéntica. Me la pongo y le digo: “¡Sí! Me la voy a llevar”. Y le hace hasta hace un corte de pelo y todo. La niña estaba más emocionada que yo. Llego a la audición, me presento y les gustó. Me llaman a una segunda audición delante de otros productores y quedo en la serie.
Empezamos a filmar, pasa la pandemia, continuamos con la filmación. El día que cerramos, uno de los productores, viene y me dice: “oye ¿tienes un minuto? Es que te quería decir que nos encanta tu trabajo, que nos parece excelente y, bueno, de los 3 mil aplicantes para esto, siempre volvíamos a tu audición”. Así que, bueno, estamos muy contentos con nuestra decisión, y yo sorprendida me preguntaba “¿3 mil aplicantes?”. Eso es con lo que se queda uno, pero bueno, es como normal que siempre hayan 3 mil personas aplicando, pero usualmente no los ven. Como estamos en tiempos donde la tecnología, estaban aceptando muchísimos más vídeos, se los vieron todos. Me dio orgullo que les gustara y que estuvieran contentos con su selección.
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¿Te ha cambiado la carrera o la vida, de cierta forma, el personaje?
Yo digo que sí, porque ya me están llegando propuestas de protagónicos, de hecho, puse en mi Instagram, un protagónico que tuve para un show que se llama Room 104, es una animación que a mí me encanta, en el que interpreto a una niña de 14 años, soy una de los 3 protagonistas del episodio en la serie de HBO. Es súper interesante que, incluso a nivel musical, se me están acercando más productores, más gente que está interesada. Esta oportunidad me pareció super linda, especialmente el poder pertenecer a una de las historias musicales más importantes que tenemos en el mundo latino.
¿Cómo fue comenzar en este país donde, normalmente, la gente viene a buscar sus sueños y abrirse paso?
Es muy duro todo comienzo, emigrar es muy difícil. Yo conté con mucha suerte con todo y que llegué a dormir en el sofá en casa de mi hermana, básicamente me quedé como plan temporal, pero por fortuna mi mamá es norteamericana. Ya contaba con una serie de ventajas. Pero, cuando decidí quedarme, me tocó trabajar y hacer de todo. También tuve la suerte que mi mamá pudo darme una educación en Ciencias en la Comunicación, gracias a eso pude trabajar como periodista y hacer transcripciones. Hice muchísimos trabajos pequeños: comerciales, novelas, películas independientes, pero también dirigía en el teatro, manejaban dos teatros en los eventos de La Campiña en Venezuela, por lo cual, tuve oportunidad de exponerme no sólo a ver teatros, sino a participar con ellos. Mi mamá no quería que fuese actriz, pero su mejor amigo, que trabajaba en el área publicitaria, era productor y él estaba encantado conmigo y decía que era muy carismática, él siempre averiguaba sobre los castings y me avisaba y en muchos quedé.
Cuando estaba en los castings, me dio la oportunidad de estar expuesta a las cámaras, aunque cuando trabajas en publicidad, sabes que eventualmente la producción va a terminar en tu casa. “Necesitamos la locación de la cocina, para comercial ‘tal’”, pues, llegaba del colegio y ahí había toda una filmación en mi casa y decía: “Permiso, es que tengo que hacer la tarea” (risas). Así que siempre estuve rodeada de cámaras, de tablas y a nivel musical, mi mamá hizo las primeras letras para las canciones de María Conchita Alonso, por su parte mi papá también tocaba en una de las bandas venezolanas que más discos sacó durante los 60 y 70, se podría decir que la música está en mí sangre. La gracia está en dedicarse y disciplinarse, además, tener una inclinación, una pasión por lo que uno hace en lo que sea que va a hacer.
¿Cuánto tiempo ha pasado desde que llegaste y empezaste lo que fuera hasta ahora?
Bueno, nosotros llegamos a Estados Unidos hace 20 años. Fuimos y vinimos hasta el 2014 y claro, pude estudiar la carrera, estudiar actuación, también en The Lee Strasberg Institute, pero de comenzar firmemente, 20 años.
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Con más spotlight…
¡Claro! Y mira, uno nunca sabe, de esas cosas budistas que dicen que uno nunca debe juzgar. Entonces, ahorita digo que estoy abierta a lo que me quiera enviar el universo con respecto a que vaya acorde a mis metas, a mi integridad y todo. Me encanta y quiero, estoy muy emocionada por lo que viene, pero no lo quiero juzgar como “eso es lo mejor que me pudo haber pasado en la vida” porque uno nunca sabe.
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